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Doble calzada

 

Sin duda, la obra más importante en la historia reciente del departamento es la de infraestructura vial doble calzada Girardot-Neiva–Santana (Putumayo), cruzando al Huila de norte a sur y su área de influencia con Tolima, Caquetá y Cauca dentro del programa nacional  de las 4 G con excelentes especificaciones de vías de verdad, con grandes tramos de doble calzada y dónde estas condiciones no se dan, aparece un tercer carril y variantes en Campoalegre, Hobo, Gigante, Timaná y Mocoa, y túneles en Los Altares y Pericongo, con  financiamiento de varios billones de pesos.


La construcción en cinco años genera once mil empleos y nos alista hacia la competitividad. Fue diseñada y programada desde el primer cuatrienio de Santos, tal vez por no “cacarearla” oportunamente tuvo pocacredibilidad y nulo reconocimiento en la comunidad, pero ahora todos la valoramos, y la apreciamos porque sin duda será el gran salto hacia el desarrollo de la región.

Con la doble calzada vino recientemente la socialización en la comarca, saltando a la vista el odioso tema de los peajes, contemplando dos nuevos que sumados a los cuatro ya existentes que en el pasado sin mayor inversión nos impusieron; con justa razón las autoridades del Huila, su y dirigencia  se expresó legítimamente contra la excesiva retribución tarifaria. La obra, sí sin exceso de peajes, era la consigna general; y en la reunión que se llevó acabo el jueves anterior en la Agencia Nacional de Infraestructura –ANI-, con una delegación presidida por el gobernador, el presidente de la Cámara de Comercio, alcaldes  y dos congresistas en los cuales me incluyo, se avanzó en la búsqueda de un punto medio, en donde las concesiones mantengan el número existente de cuatro peajes así haya que reubicar algunos de ellos, lo que tiene que llevar a un punto de encuentro en donde la megaobra se realice y la contribución del usuario sea razonable.

Quiera Dios se mantenga ese espíritu conciliador y se concluya con la iniciación de esta gran inversión sin afectar el bolsillo de los huilenses. Esta debe ser la cuota inicial de la compensación presupuestal que merece esta tierra afectada por el conflicto durante tantos años.

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