Regalías

 

Con el acto legislativo de 2012 que crea el nuevo Sistema General de Regalías –SGR-, con ánimo redistributivo de cubrir todos los municipios de Colombia con las compensaciones de la explotación de los recursos naturales de nuestro subsuelo, alrededor de un clima enrarecido por la alta corrupción y los niveles de concentración en ciertos entes territoriales, se cometió una injusticia muy grande con los municipios y departamentos productores, que fueron incluidos en el sistema de regalías en igualdad de condiciones con los no productores, lo que hizo “agua” porque en las zonas donde aparezca una mina o yacimiento de petróleo sin un estímulo de regalías en un porcentaje privilegiado, ocurre lo que está ocurriendo que tanto las autoridades como la comunidad en general se oponen a su explotación, por cuanto no hay una compensación real efectiva frente a los daños ocasionados de tipo ambiental, socioeconómicos y de seguridad; pues bien, ahora en el trámite de la ley de presupuesto bianual de regalías llegamos a un consenso, donde las regalías directas para los entes productores se van a mejorar, en el peor de los casos duplicar, hallándonos la razón a quienes en su momento clamábamos por ellas, y que el incremento estaría por encima de un billón de pesos a distribuir solamente entre los productores, alrededor de varias medidas que las vamos a incluir en la ley referida, como son: rendimientos financieros que hoy se distribuyen en todo el sistema en adelante se repartirían solo entre productores, como también el 2% del sistema destinando al funcionamiento se reduce éste a la mitad y la otra mitad viene a los departamentos y municipios productores.

 

El margen de comercialización que hoy va a la Nación en adelante el 50% de éste se distribuiría entre los productores y adicionalmente se les permitiría a éstos desahorrar un 10% de lo que hoy lo obligan en el FAER y los recursos que van al FONPEP, los entes productores pueden disponerlos para pagar pensiones.

Como principio tiene las cosas, esta concertación es bienvenida, con un mensaje claro, de que comenzamos a enmendar la página en tratándose de regalías, y generando condiciones a un acto legislativo reformatorio del sistema que haga justicia con los productores.